Hace ya unos años lo decidí, me decidí a hacer las maletas y emprender mi camino, que para entonces creía lo mejor y más justo para mi. Así que empecé a empacar mis recuerdos, experiencias, deseos, melodías, composiciones, anhelos y sueños que pudieran caber en mi maleta.
Ya lo había decidido, había emprendido mi partida hacia aquel lugar del que no estaba seguro como llegar. Miéntras mi problema era el siguiente:
Sabía a donde ir y también sabia reconocer el lugar, pero, ¿Como llegar a el sabiendo que hay tantos caminos? Las respuestas las fuí comprendiendo durante el camino, pues no todo los terrenos eran aptos ni iguales.
Hay algunos que son mas rápidos y eficaces, pero ya cuando viene a darme cuenta iba muy lejos y precisamente, ya había optado por el mas largo y difícil.
(No me quejo, he aprendido bastante y cada vez aprecio y ansio mas mi meta).
Solía y realmente suelo tener momentos difícil, lo confieso. Y hay veces en que me surge la pregunta:
Valdría la pena tanto esfuerzo, llegare a tiempo, no sera tarde cuando llegue?
Generalmente pienso esta clase de cosas por la noche, pues es cuando estoy mas cansado y el camino se ve mas oscuro, pero ya cuando sale el sol puedo animarme, mi norte se ve mas claro y cerca. Puedo sentirlo, el paisaje y el aroma me lo confirman, entonces llega el momento en que como soldado abrocho mis botas y en pie comienzo a caminar.
¡ Y que curioso ! Nunca he vivido en aquel lugar , pero sin embargo puedo reconocer como se ve, como se siente e incluso como huele. Y lo que mejor puedo reconocer es, que estoy seguro de que allí es donde quiero estar.
Finalmente, no podré decir que he llegado, pero eso estará por verse, aquella cuidad tiene un hogar para todos los artistas, es solo cuestión de llegar…
!Aun estoy caminando!
