Unos la califican como un arte, otros como un medio de expresión, pero hay quienes la califican como un sinónimo de vida, sentimiento, e incluso como un mar.
Por mi parte la considero un miembro de mi familia, ya que forma parte de mí. También la relaciono con el término felicidad, pues mis momentos más felices los paso junto a ella.
Desde que la conozco y tengo uso de razón a ha formado parte de mi vida, incluso se me hace difícil acordarme de mi infancia sin recurrir a ella, por eso la catalogo como un miembro de mi familia.
También la considero con mi confidente, pues oculta sentimientos y debilidades de mí que nadie conoce. Ha formado parte de mis tristezas y alegrías, siempre ha esta ahí cuando la necesito.
La verdad no sé quien la aprecia más, mi padre o yo, pero lo que sí me he dado cuenta es que es un punto en común entre nosotros.